En el 2018, especialistas, organizaciones y autoridades ambientales se reunieron para evaluar el estado de conservación de las especies de anfibios en Colombia. La información, monitoreos e investigaciones en curso, apuntaron la urgencia de priorizar una especie en particular: la rana venenosa de Lehmann (Oophaga lehmanni), en Peligro Crítico según la Lista Roja de especies de la UICN por el tráfico ilegal de vida silvestre. La conclusión de los especialistas fue que, de no lograr la reintroducción de individuos al medio natural, muy difícilmente podría recuperarse de la amenaza de extinción. Así se generó una alianza y una estrategia para trabajar en la conservación de esta especie de anfibio. Pero faltaban las ranas. No había ejemplares en los zoológicos ni en instituciones colombianas. Fue una coincidencia que, dos meses más tarde —en noviembre del mismo año—, apareció en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, un maletín con 216 ranas de diversas especies, entre las que se encontraban algunas Oophaga lehmanni. La iniciativa no pretende únicamente rescatar a los ejemplares de Oophaga lehmanni incautados, sino reproducirlos en condiciones controladas, en un laboratorio especializado, para luego liberarlos y monitorearlos en su hábitat natural. Foto: CVC La decisión conjunta fue enviar estos ejemplares —extremadamente delicados, que miden aproximadamente 3.5 centímetros y con llamativas bandas de colores en su piel, mayormente rojo y negro, pero que también pueden varíar entre naranja y amarillo— al Zoológico de Cali para su atención inmediata. “Mientras se hacían los procedimientos de traslado por parte de la autoridad en…This article was originally published on Mongabay
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