Hace más de quince años, Héctor Pérez-Puig pudo avistar a los numerosos grupos de cachalotes (Physeter macrocephalus) nadando en las Grandes Islas del Golfo de California, en el noroeste de México. El biólogo sabía dónde encontrarlos. Junto a su equipo de trabajo, viajaba en su embarcación a las zonas profundas en donde estos grandes cetáceos se alimentaban de su principal presa, los calamares gigantes (Dosidicus gigas). Maravillado con su imponente presencia, pudo observar hasta 50 individuos en un sólo avistamiento —entre machos, hembras y crías— conviviendo en el mismo sitio. Esos magníficos escenarios quedaron atrás. En la actualidad, tanto los cachalotes como los calamares están desapareciendo. Durante los monitoreos de cetáceos se debe tener respeto para su observación, con la distancia pertinente y atendiendo las recomendaciones de normas oficiales. Foto: Héctor Pérez-Puig “Del 2015 a la fecha sólo tenemos tres avistamientos de cachalotes”, se lamenta Pérez-Puig. “Dos de estos fueron en el 2020 —que fueron dos grupos de 6 y 7 individuos vivos, con los que sí pudimos trabajar—, y otro avistamiento más en el 2021, que fue un individuo juvenil varado muerto, que tuvo evidencia de colisión con alguna embarcación”. Para 2024, sostiene el experto, la situación sigue siendo desfavorable, porque la especie no ha vuelto a ser vista. El drástico declive en los avistamientos llevó a Pérez-Puig —coordinador del Programa de Mamíferos Marinos del Centro de Estudios Prescott, ubicado en Bahía de Kino, Sonora—, a dirigir una investigación y a realizar una estimación poblacional sobre esta especie, la…This article was originally published on Mongabay
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