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El talento chileno brilla en el Festival Ars Electronica 2024

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Por séptimo año consecutivo, artistas e instituciones chilenas participan en el Festival Ars Electrónica, que se realiza entre el 4 y 8 de septiembre en Linz, Austria, gracias a una alianza del certamen con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la División de las Culturas, las Artes, el Patrimonio y Diplomacia Pública (DIRAC) del Ministerio de Relaciones Exteriores. Así, mediante una convocatoria pública, este 2024 un comité especializado seleccionó las propuestas Iron56, del artista Carlos Sfeir Vottero y Useful Simulations, de María Ignacia Maldonado Sánchez, en representación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, para representar el talento artístico del país.

Bajo el lema HOPE – who will turn the tide (ESPERANZA – ¿quién cambiará el rumbo?), la edición 2024 del Festival Ars Electronica vuelve a apostar por una programación que une proyectos de arte, ciencia y tecnología. De esta manera, las propuestas chilenas seleccionadas expresan la creatividad y calidad de obras que conectan con el contexto actual.

Iron56, de Carlos Sfeir Vottero (1990), es una instalación de estructuras móviles que une arte y ciencia. A modo de escultura cinética, la propuesta en palabras del artista “invita a explorar las fuerzas fundamentales de la naturaleza que organizan el universo y moldean el núcleo de nuestro planeta. La instalación consiste en una serie de brújulas que, al interactuar con el campo magnético y gravitacional de la Tierra, giran en el espacio, orientándose hacia los diversos sures (…) proponiendo un cambio de perspectiva hacia nuevos polos de esperanza”. Carlos Sfeir es arquitecto, diseñador y artistas chileno, actualmente radicado en Berlín, que se dedica a explorar los fenómenos naturales y las narrativas culturales de Chile.

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En tanto, Useful Simulations, de María Ignacia Maldonado Sánchez se sumerge en la temática de la hibridación entre humanos y máquinas que, a través de un autorretrato mediado por la tecnología, crea una ficción de simulaciones. Como cuenta la creadora, «el procedimiento se ejecuta en varias capas de acción, interviniendo y distorsionando el cuerpo con programas de multimedia interactivos e inteligencia artificial, que pone en marcha un sistema de mutación hacia la creación de un nuevo cuerpo, identidad y realidad”.

Prix Ars Electronica reconoce a colectivo chileno

Durante estos días, se realiza la ceremonia de premiación de Prix Ars Electronica, el concurso de artes mediales más antiguo del mundo que se organiza desde 1987. En su edición 2024, con 2.950 candidaturas de 95 países, reconoció la obra interdisciplinar “No se van los que se aman” del colectivo chileno Matar a un Panda con una mención honrosa en la categoría Nuevo Arte de Animación.

Este reconocimiento es un hito importante para el colectivo, pero también a la memoria del país, ya que la obra fue concebida en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe militar en Chile para abordar la experiencia de más de 1.200 detenidos que pasaron por el campo de concentración Chacabuco entre los años 1973 y 1975. Como comenta Carla Redlich y Jean Larrabure, integrantes de Matar a un Panda, esta creación “se trata de un trabajo que utiliza los nuevos medios tecnológicos para escudriñar la memoria de un país, en un ejercicio que trata de actualizar la mirada hacia nuestro pasado. En la obra hablamos de Chacabuco, la que fue, junto con el Estadio Nacional, una de las prisiones políticas más grandes en dictadura. Y ante lo innombrable de esa experiencia, la obra pone su mirada en lo que esa comunidad de presos políticos ha logrado hasta el día de hoy”.

“El concepto central de este año en el Festival (HOPE) nos señala que el arte es capaz de transportar realidades y motivar diálogos entre territorios que no se topan físicamente. Quizás podemos aprender algo de eso aquí también”, agregan.

La asistencia de Carla Redlich y Jean Didier a la ceremonia de premiación es posible gracias al apoyo de la Secretaría de Artes de la Visualidad del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Además, el resto del equipo que participó del proyecto –audiovisual/fotógrafo, técnico y productora-, viajan financiados por el Gobierno Regional de Antofagasta.

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