El documento, elaborado por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), se enfoca en garantizar la estabilidad eléctrica, un desafío estratégico en el camino hacia la carbono-neutralidad.
Con una amplia convocatoria se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile la presentación del estudio “Medidas y tecnologías para preservar la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional en el contexto de la descarbonización”. Este documento, elaborado por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) por encargo de Chile Sustentable, busca responder a los desafíos técnicos y regulatorios que enfrenta el país en su camino hacia una matriz energética basada en energías renovables.
El estudio aborda un desafío central para Chile: la incorporación masiva de Energías Renovables Variables (ERV) en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Si bien estas tecnologías son esenciales para la descarbonización de la matriz eléctrica, su masificación implica problemas de estabilidad del sistema eléctrico debido a la reducción de inercia y la capacidad de cortocircuito. En palabras del profesor Rodrigo Moreno, líder del equipo investigador, “la transición energética debe acompañarse de decisiones técnicas y regulatorias que garanticen un sistema eléctrico seguro y resiliente”.
El objetivo del estudio es aportar recomendaciones tecnológicas y regulatorias diversificadas para asegurar la estabilidad del SEN en el contexto de incorporación masiva de fuentes de energía renovables variables como la solar y eólica .
El informe subraya que las soluciones propuestas deben evaluarse bajo un enfoque de eficiencia y promoviendo un portafolio diversificado que combine tecnologías tradicionales e innovadoras, evaluadas en igualdad de condiciones. También resalta la importancia de definir con precisión los productos y servicios requeridos en las próximas licitaciones a clientes regulados , estableciendo métricas claras, como la capacidad de cortocircuito, que permitan comparaciones justas y alineadas con los objetivos del sistema. Además,llama a diseñar procesos competitivos que eviten barreras de entrada y traspasos de riesgos innecesarios, garantizando una matriz limpia, renovable, una relación adecuada entre oferta y demanda y priorizando el costo mínimo a los consumidores sin comprometer la estabilidad del sistema.
Asimismo, el estudio recomienda la reconversión de infraestructura existente, transformando activos en desuso, como plantas térmicas, en condensadores sincrónicos o tecnologías avanzadas de red, optimizando así los recursos instalados y maximizando su contribución al sistema eléctrico nacional.
El documento resalta los beneficios de un portafolio híbrido que combine condensadores sincrónicos (CS) y convertidores grid-forming (GFM), opción que no solo garantiza la estabilidad del SEN frente a contingencias, sino que también reduce los costos de inversión en un 42% en comparación con portafolios exclusivamente basados en CS. Además, los GFM ofrecen respuestas más rápidas ante fallas en el sistema, contribuyendo significativamente a la estabilidad de tensión en escenarios desafiantes.
El estudio fue presentado por el académico e investigador del ISCI Rodrigo Moreno, seguido de un panel de discusión moderado por la directora de la Escuela de Ingeniería de la U de Chile, Claudia Rahmann, también parte del equipo investigador. El panel incluyó la participación de Jaime Peralta, vicepresidente del Coordinador Eléctrico Nacional; Danilo Zurita Oyarzún, jefe del Departamento Eléctrico de la Comisión Nacional de Energía (CNE); Alex Santander, jefe de la División de Políticas y Estudios del Ministerio de Energía y la superintendenta de Electricidad y Combustibles (SEC), Marta Cabeza, quienes discutieron cómo implementar las recomendaciones del estudio en la planificación y regulación del sector eléctrico chileno.
Durante el debate, se subrayó la importancia de actualizar normativas para reflejar la realidad de un sistema eléctrico en transformación. Asimismo, se enfatizó la necesidad de procesos de consulta inclusivos que integren a diversos actores, desde autoridades y empresas hasta organizaciones ciudadanas.
Sara Larraín, directora de Chile Sustentable, cerró el evento con un contundente llamado a tomar medidas inmediatas: “Chile puede ser una luz de que las cosas pueden hacerse bien. La urgencia pide una acción inmediata para garantizar una transición energética justa, estable y sostenible”, afirmó.
Chile Sustentable reafirmó su compromiso de trabajar en conjunto con el sector público y privado para lograr un sistema eléctrico alineado con los objetivos climáticos del país. Este estudio representa un paso en ese camino, proporcionando evidencia técnica y económica para guiar decisiones que impactarán el futuro energético de Chile.
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