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Proyecto inmobiliario Maratué fue aprobado pese a que Seremi alertó sobre altos niveles de arsénico
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hace 6 días atrás.El
l pasado 15 de octubre la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso aprobó el megaproyecto inmobiliario Maratué, el cual pretende construir 14 mil viviendas en Puchuncaví, cerca de la zona industrial de Quintero. La votación fue dividida, con las seremis de Obras Públicas, Desarrollo Social y Salud rechazando la iniciativa. Esta última esgrimió que no puede asegurar que el proyecto esté exento de riesgos para la salud de sus futuros habitantes.
¿Por qué? Por los niveles de arsénico presentes en el lugar, un químico que, según la Organización Mundial de la Salud, es altamente tóxico y cancerígeno.
Al fundamentar su voto en contra del proyecto encabezado por el gestor inmobiliario Óscar Lería, la seremi de Salud Lorena Cofré indicó que Maratué “no tiene los elementos suficientes para señalar que el emplazamiento de la población en dicho proyecto inmobiliario se encontraría exento de riesgos para la salud”. En concreto, ello se debería “principalmente al tipo de normativa que se está utilizando para la evaluación de contaminación, en este caso de suelo por arsénico y otros metales pesados”.
Respecto a los problemas que desde la Seremi de Salud tuvieron con el titular del proyecto en materia de normas, Cofré indicó durante la votación de la Comisión Evaluadora que “la normativa italiana ha sido la base de nuestra evaluación, por lo que utilizar otro tipo de normativa implicaría que proyectos como Las Salinas, el Plan de Remediación de Montecarlo o Química Andina tengan diferentes forma de evaluarse”.
Y es que Maratué empleó una normativa distinta a la que exigía Salud, una con un factor de riesgo para la población 10 veces menos estricto que el que se suele utilizar.
Contactados por Interferencia para contrastar los argumentos de la seremi de Salud para rechazar la iniciativa, desde la empresa nos derivaron como vocera a la doctora Patricia Matus, especialista en Salud Pública de la Universidad de Chile. Matus indicó que el proyecto “no generará riesgo proveniente de su suelo para la salud de la población, ni durante su etapa de construcción, ni la de habilitación y uso de las viviendas”, Al contrario, señaló,, aportará “viviendas dignas y un uso sustancialmente mejor para las personas del suelo actual, impidiendo el desarrollo industrial futuro en la zona cercana a la población”. (Revise acá la respuesta completa de Maratué, redactada por la Dra. Patricia Matus).
A pesar de las aseveraciones del titular del gigantesco proyecto inmobiliario en la Quinta Región, dinformación contenida en la propia evaluación ambiental indica que, de acuerdo con la norma italiana que exigió la seremi de Salud para concentraciones de arsénico, el proyecto no podría haber sido realizado.
Cómo Maratué se saltó una normativa internacional
Según se puede leer en el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) del proyecto, Maratué acogió utilizar la normativa italiana que mencionó la seremi Cofré al argumentar su rechazo ante la Comisión Evaluadora, pero únicamente para “identificar los compuestos químicos de preocupación”; no para evaluar el proyecto y su peligrosidad a la salud humana.
En su lugar, Maratué utilizó un nivel de riesgo para la población más laxo que el asociado a la concentración de arsénico permitido por la norma italiana, adoptando un factor de riesgo de 1 en 100.000 habitantes, en circunstancias que la seremi exigía un factor de riesgo para la salud humana de 1 en 1.000.000; 10 veces más restrictivo. Este cambio en el criterio, según se indica explícitamente en el ICE, llevó a que Maratué pasara de informar excedencias de la norma italiana de un 72% de las 1.011 muestras que sacaron en el terreno, a solo 8 excedencias en esas mismas mil muestras, o sea apenas un 0,8%.
La justificación para pasar del factor de riesgo más estricto de Salud a uno más laxo es simple, según explica el propio titular en el ICE: “Para la zona en estudio, el valor de 1E elevado a -6 [el cual representa un factor de riesgo de 1 en 1.000.000 de habitantes] requerido por la autoridad sanitaria y ambiental no es alcanzable con las concentraciones de arsénico de origen natural existentes en el área del proyecto y, por lo tanto, el nivel de riesgo de 1E elevado a -5 [un factor de riesgo de 1 en 100.000 habitantes] que propone el Proyecto, es un nivel de riesgo aceptable e idóneo”.
En palabras simples, la inmobiliaria liderada por Lería dijo que no podía acoger el factor de riesgo exigido por la autoridad de Salud porque hacía inviable el proyecto. La mayoría de los miemrbos de la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso aceptó esa explicación.
En relación al factor de riesgo que decidió emplear Maratué, la Dra. Patricia Matus, especialista en Salud Pública que respondió las consultas de Interferencia a nombre del proyecto, aseguró que “en solo 8 puntos de 1.011 hay excedencia de arsénico”, agregando que estos 8 puntos “no están ubicados en lugares destinados a la instalación de vivienda, sino que definidos para los usos de parque, área verde, caminos y equipamiento, en donde la exposición a dicho compuesto disminuirá evitando el posible daño del mismo para la población”.
“Como no existe en salud pública riesgo cero, la toma de decisión en regulaciones en materias tales como agua potable, seguridad de los alimentos y aire que se respira, se define en función del nivel de riesgo aceptable”, agregó la doctora Matus como vocera de Maratué en esta materia. “Para el caso del arsénico, que es la preocupación de la población, el proyecto mantiene el mismo nivel de seguridad que el agua, alimentos y aire que respiramos en todo el país”.
Sin embargo, estudios científicos externos a los que accedió Interferencia dan cuenta que el arsénico que se puede encontrar en el territorio donde se quiere emplazar Maratué no es como el que se encuentra en el resto del país, ello debido a décadas de contaminación en la zona de sacrificio industrial de Quintero-Puchuncaví .
Los estudios científicos independientes que alertan sobre concentración de metales pesados en la zona de Maratué
En 2022 científicos chilenos publicaron un estudio en la National Library of Medicine de Estados Unidos titulado “La concentración de arsénico en la capa superficial del suelo de Chile central se asocia con la metilación aberrante del gen P53 en células sanguíneas humanas: un estudio transversal”. La investigación y toma de muestras fue realizada en la zona en torno a Puchuncaví-Quinteros, incluyendo el terreno donde se encuentra el proyecto Maratué, y buscaba establecer si mayores concentraciones de metales pesados —en especial el arsénico— podían relacionarse con la alteración de genes que previenen cáncer. (Revise acá el estudio, publicado en ingles).
Para hacerlo, los científicos tomaron muestras de sangre a adultos que han vivido cerca del complejo industrial durante los últimos cinco años, donde hay concentraciones de metales pesados que “exceden por mucho los estándares internacionales”, y los compararon con muestras de adultos residentes en áreas del país con concentraciones normales de arsénico en la tierra.
El equipo científico detectó que quienes viven más cerca del área industrial y están expuestos a concentraciones altas de metales pesados registraron una mayor metilación del gen supresor de cáncer P53 respecto a quienes viven más alejados en suelos con niveles normales de metales pesados. La metilación es una alteración de este gen, un cambio que puede contribuir al desarrollo de cáncer.
El estudio registró concentraciones que variaron de los 20 a más de 30 mg/kg de arsénico en la zona. La norma italiana limita en 20 mg/kg la concentración permitida de arsénico.
Amarillo representa concentraciones entre 20 y 29 mg/kg, mientras que rojo sobre 30.
Montaje realizado sobreponiendo un mapa de Maratué publicado por el Segundo Tribunal Ambiental en el mapa de concentraciones de arsénico del estudio ‘La concentración de arsénico en la capa superficial del suelo de Chile central se asocia con la metilación aberrante del gen P53 en células sanguíneas humanas: un estudio transversal’.
Pero no es la única investigación científica al respecto. Al menos otros tres estudios registraron concentraciones muy superiores a la norma italiana en la zona donde se emplazará Maratué. El estudio Enriquecimiento y distribución espacial de arsénico en los suelos de las comunas de Quintero y Puchuncaví (2015) registró concentraciones de entre 15,6 mg/kg y 66,2 mg/kg en la zona donde se emplazará, realizando 466 muestras en ese territorio. (Léalo acá).
Amarillo representa concentraciones entre 19 y 22 mg/kg, naranjo 22-20 y rojo sobre 30
Montaje realizado sobreponiendo un mapa de Maratué publicado por el Segundo Tribunal Ambiental en el mapa de concentraciones de arsénico del estudio ‘Enriquecimiento y distribución espacial de arsénico en los suelos de las comunas de Quintero y Puchuncaví’
Publicado en 2016 a petición del Ministerio del Medio Ambiente por la empresa PGS Chile, el estudio Contaminación de suelos en las comunas de Quintero y Puchuncaví, Región de Valparaíso tomó 582 muestras y detectó concentraciones de entre 23,36 y 68,41 mg/kg en el lugar. (Léalo acá).
Amarillo representa concentraciones en torno a 23,36 mg/kg, rojo en torno a 66,4 mg/kg
Montaje realizado sobreponiendo un mapa de Maratué publicado por el Segundo Tribunal Ambiental en el mapa de concentraciones de arsénico del estudio ‘Contaminación de suelos en las comunas de Quintero y Puchuncaví, Región de Valparaíso’.
Por último, un estudio de 2019 titulado Advanced determination of the spatial gradient of human health risk and ecological risk exposure to As, Cu, Pb, and Zn in soils near the Ventanas Industrial Complex (Puchuncaví, Chile), registró concentraciones de entre 20 y 154 mg/kg en 245 muestras. (Léalo acá).
Color más oscuro representa concentraciones entre 26 y 154 mg/kg. El que le sigue, entre 20 y 26
Montaje realizado sobreponiendo un mapa de Maratué publicado por el Segundo Tribunal Ambiental en el mapa de concentraciones de arsénico del estudio ‘Advanced determination of the spatial gradient of human health risk and ecological risk exposure to As, Cu, Pb, and Zn in soils near the Ventanas Industrial Complex (Puchuncaví, Chile)’.