La COP29, actualmente en marcha en Bakú, vuelve a poner de relieve la urgencia de afrontar los impactos del cambio climático y la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en el mundo. En particular, el caso de España ilustra cómo las infraestructuras y los modelos de adaptación aún no han logrado frenar el aumento de los riesgos asociados a eventos como las DANAs (Depresión Aislada en Niveles Altos). Este fenómeno, caracterizado por precipitaciones intensas, bruscos descensos de temperatura y, en algunos casos, nevadas tempranas, ha ganado protagonismo en los últimos años debido a sus graves consecuencias en el territorio español.
Samuel Biener, meteorólogo de Meteored, advierte de una nueva DANA en España que afectará en las próximas horas, trayendo lluvias intensas, un notable descenso térmico y nevadas en áreas elevadas. Este nuevo episodio, aunque no se espera tan extremo como los eventos recientes, vuelve a subrayar la relación entre el cambio climático y la inestabilidad atmosférica en la región mediterránea, como lo destacan las discusiones en la COP29. A continuación, repasamos los detalles de este fenómeno meteorológico, sus causas y su impacto esperado en el territorio español.
Un bloqueo atmosférico en «omega»: el desencadenante
Las condiciones actuales que originan esta nueva DANA en España, están impulsadas por un bloqueo en «omega» en la circulación del chorro polar, una configuración que obliga al aire frío a desplazarse hacia latitudes más bajas. Este bloqueo ha formado una dorsal de altas presiones al oeste de las islas británicas, empujando el aire frío hacia el noreste de la Península Ibérica. Esta «burbuja» de frío no solo romperá la relativa estabilidad de los últimos días, sino que acentuará las variaciones térmicas, provocando episodios de fuertes lluvias y, en zonas de alta montaña, nevadas.
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Un cambio de tiempo marcado en el Mediterráneo
A medida que la masa de aire de origen polar alcance el noreste peninsular, se prevé un descenso de temperaturas generalizado y una intensificación de las lluvias y tormentas en regiones como Mallorca, las Pitiusas, Comunidad Valenciana y Andalucía oriental. La intensidad de los aguaceros puede superar los 40 litros por metro cuadrado en una hora en algunos puntos, lo que representa un riesgo elevado de inundaciones en zonas vulnerables. Este tipo de precipitaciones intensas en cortos periodos de tiempo se están volviendo cada vez más comunes, un fenómeno que la COP29 reconoce como una clara consecuencia del calentamiento global.
En cuanto a las nevadas, la bajada de la cota de nieve hasta los 1000 metros en la Cordillera Cantábrica y los Pirineos muestra un comportamiento inusual para esta época del año, reforzado por la presencia de aire polar. Las temperaturas en el norte de España podrían llegar a valores que rondan los 0 ºC a solo 1500 metros de altitud, algo más típico del invierno que del otoño.
Miércoles: día crítico para la DANA en España
El miércoles será el punto álgido de esta DANA, con un brusco descenso de temperaturas y lluvias torrenciales en áreas como el golfo de Valencia, norte de Alicante, algunas zonas de Baleares y partes de Andalucía, especialmente en la provincia de Málaga. El flujo de levante y la presencia de vientos marítimos intensificará las precipitaciones, especialmente en áreas con orografía accidentada, donde las montañas y barrancos pueden agravar el riesgo de inundaciones repentinas. Las temperaturas en ciudades como Ávila, Segovia o Teruel no superarán los 9 ºC, un escenario que refuerza la necesidad de preparación ante fenómenos extremos cada vez más frecuentes.
El flujo de levante se reforzará el miércoles, con la formación de una borrasca en superficie en el norte de Marruecos. Las lluvias se concentrarán en el sur, interior y en la vertiente mediterránea.
La DANA evoluciona a Borrasca Fría Aislada (BFA) a finales de semana
Según Biener, para el jueves, esta DANA en España se convertirá en una Borrasca Fría Aislada (BFA) cuando la masa de aire frío se desplace frente al cabo de San Vicente. Esta baja presión, ahora reforzada en superficie, podría afectar a regiones del oeste peninsular con lluvias intensas, especialmente en puntos de Málaga, Huelva, el Estrecho y el Sistema Central. La interacción de los vientos y la orografía podría hacer que algunas áreas acumulen más de 200 litros por metro cuadrado, según las últimas previsiones.
Durante el fin de semana, se espera que el sistema pierda fuerza a medida que sea absorbido por el chorro polar, aunque persistirán las lluvias en algunas zonas de la vertiente atlántica y en el Mediterráneo. Este tipo de eventos ponen de relieve la importancia de la COP29, donde los líderes internacionales deben discutir no solo la mitigación del cambio climático, sino también medidas de adaptación a una nueva realidad de fenómenos extremos cada vez más comunes.
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Hacia una respuesta adaptativa: lecciones para el futuro
La necesidad de mejorar la resiliencia frente a los fenómenos meteorológicos extremos como las DANAs es ahora más urgente que nunca. La COP29 ofrece un foro clave para compartir estrategias y establecer compromisos globales que permitan a regiones vulnerables, como el sur de Europa, adaptarse a los cambios acelerados en el clima. Este tipo de eventos climáticos nos recuerdan que las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático deben ir de la mano para evitar futuros daños económicos, sociales y medioambientales.
Los científicos y meteorólogos, como Samuel Biener, siguen advirtiendo sobre la importancia de seguir las previsiones y tomar medidas preventivas para reducir los impactos negativos de estas tormentas. La resiliencia frente a la intensificación de los fenómenos extremos requiere una planificación coordinada que permita a los países afrontar el cambio climático desde un enfoque integrador y preventivo.