Un estudio reveló cómo evolucionan las condiciones extremas en tres regiones de Sudamérica, considerando distintas variables. Además, exponen una visión integral de lo que ocurre con los pueblos indígenas que viven en estos remotos lugares.
De acuerdo a un reciente estudio, publicado en la revista Communications, Earth & Environment, las condiciones cálidas, secas e ideales para los incendios forestales, han aumentado en las últimas décadas en tres regiones de Sudamérica: el norte de la Amazonía, Maracaibo y las regiones del noreste del Gran Chaco.
Si bien las condiciones expuestas, generalmente, estuvieron presentes durante menos de 20 días por año durante el período 1971-2000, estas condiciones aumentaron hasta 70 días por año en el norte de la Amazonía, Maracaibo y el Pantanal brasileño en las últimas décadas, menciona el estudio.
Desde el período 1971-2000 hasta 2001-2022, las condiciones cálidas incrementaron, aproximadamente, 60 días por año en las regiones de la cuenca del Amazonas y Maracaibo.
Advertisement
Además, el aumento de las condiciones climáticas extremas de fuego ha sido particularmente ascendente en las tres regiones sudamericanas.
Entre los períodos 1992-2000 y 2001-2022, las precipitaciones anuales en las regiones del Gran Chaco y Maracaibo, disminuyeron en unos 100 mm y 200 mm, respectivamente.
Si bien, las condiciones «inflamables» estuvieron presentes menos de 40 días por año durante el período 1971-2000, ellas aumentaron hasta 120 días por año en el norte de la Amazonía y Maracaibo a lo largo de la última década.
El Niño y La Niña pueden intensificar las condiciones cálidas y secas en ciertos períodos estacionales
La frecuencia de las condiciones secas presenta diferentes tendencias estacionales. Por ejemplo, en Maracaibo, el incremento es ligeramente más agudo en el trimestre diciembre, enero y febrero.
En el norte de la Amazonía, el aumento de las condiciones secas suele ser más notorio durante los meses de junio, julio y agosto, que también es la temporada donde se han registrado aumentos considerables de las temperaturas y disminución significativa de las precipitaciones.
Sumado a ello, en el Gran Chaco, las circunstancias secas son más frecuentes en los meses del invierno austral y la primavera.
Por otra parte, el equipo de investigación encontró que las condiciones secas del Gran Chaco coincidieron con el inicio de La Niña que se prolongó desde el 2020 hasta el 2022.
Todo lo contrario se observó en el norte de la Amazonía y Maracaibo, ya que los escenarios de sequedad ambiental se asociaron con el evento de El Niño, especialmente, el ocurrido el año 2015, más conocido como El Niño Godzilla.
Las actividades humanas tienen mayor relevancia que el clima, cuando se trata de incendios forestales
La investigación resalta que el clima no es el único impulsor de la actividad del fuego en América del Sur. Mientras que las principales sequías coinciden con los años deincendios forestales extremos, las actividades antropogénicas juegan un papel importante en la distribución de los siniestros en la Amazonía de Brasil.
La mala gestión y las leyes laxas, están haciendo que el Pantanal brasileño, el humedal tropical continuo más grande del mundo y un sitio del Patrimonio Mundial, esté expuesto a los incendios forestales constantemente, menciona el equipo de investigación.
Es bien sabido que la actividad del fuego libera cantidades colosales de carbono negro, provocando que la atmósfera se caliente e interfiera en la formación de las nubes y, como consecuencia, disminuyen las lluvias.
Advertisement
Finalmente, el estudio destaca que los incendios forestales en la Amazonía amenazan seriamente los territorios indígenas, cuyos habitantes construyen sus hogares en lugares remotos y poco explorados por la civilización.